miércoles, 25 de octubre de 2017

Aprendizaje de los números en Educación Infantil

¡Actividades divertidas para aprender los números!
 
El aprendizaje de los números es una de las tareas más difíciles
y a la vez importantes de la Educación Infantil. A todos nos
llena de orgullo ver a nuestros niños/as señalar con los dedos
los años que tienen e incluso resulta gracioso y enternecedor 
ver a los más pequeños intentar contar hasta diez durante los
primeros años de Cole.

En esta selección de vídeos, canciones, cuentos infantiles
y juegos podrás encontrar interesantes
recursos para que los niños/as den los primeros pasos
en el apasionante aprendizaje de los números.







Cuentos con Valores

Cuentos para niños con valores: La hormiga y el castor.
 

En un bonito y gran parque vivían el sapo, el pato, el ave, la hormiga, la lombriz y hasta un pequeño castor al que todos llamaban “el sabio” por su edad y conocimientos. Todos eran muy buenos amigos y casi todos acudían al viejo castor cuando necesitaban de un consejo, excepto la hormiga quien jamás lo había visitado. Ella era lo suficientemente capaz para resolver sus problemas sola y (pensaba) que jamás necesitaría del relato de un viejo castor.

Un buen día la hormiga se encontraba paseando por el parque cuando fue cautivada por un aroma particularmente dulce por el que se sintió fuertemente atraída. Sin poder detenerse la hormiga se alejó de su hormiguero y se dirigió hacia donde se encontraba aquel aroma maravilloso.
Cuando llegó ¡No podía creer lo que sus ojos veían! Un enorme frasco de miel que “alguien” había olvidado en el parque.

(Tienes que tener en cuenta que las hormigas tienen el sentido del olfato muy desarrollado por lo que ella sí puede oler la miel) 

Sin dudarlo comenzó a comer aquel exquisito manjar. Comió tanto que se hizo de noche. En ese momento la hormiga decidió que ya era hora de  regresar su hormiguero pero cuando intentó salir de aquella melaza simplemente no pudo. Intentó e intentó varias veces pero sus patas se encontraban cada vez más hundidas en aquel lago de miel.

Pensó que permanecería allí un rato hasta que alguien del parque la viniera a rescatar pero tristemente las horas transcurrían y ninguno de sus amigos pasó por aquel lugar. Allí fue cuando la hormiga comprendió que se había alejado más de la cuenta de su hormiguero y que ella se encontraba en un sitio del parque por el que nunca frecuentaban ni ella ni sus amigos.
Pronto comenzó a sentir miedo. Pensó que sus días terminarían en aquel lago de miel. Sintió frío y comenzó a llorar…

A la mañana siguiente la hormiga se encontraba aún con sus patas en el lago de miel sin poder salir. Pero de pronto, a lo lejos vio la silueta del viejo castor. Comenzó a llamarlo y gritaba con desesperación. Hasta que finalmente el castor la vio y se acercó hasta donde se encontraba ella.
  • ¿Qué te sucedió joven hormiga? – le dijo el castor.
  • Sentí el aroma de la miel y quise probarla pero, al tocar la miel con mis patas, no pude salir y creo que jamás podré salir de aquí – decía con tristeza la hormiga.
El castor la miró con paciencia y amor.
  • Querida hormiga. Me apena lo que has vivido pero déjame decirte que esto se podría haber evitado – dijo el viejo castor.
La hormiga sin dejar de llorar abrió grande los ojos y preguntó:
  • ¿Cómo se podría haber evitado?
  • Muy sencillo – le respondió – observas que esta parte del parque se encuentra rodeada de juncos, ¿verdad?
La hormiga no se había percatado que definitivamente estaba rodeada de altos juncos.
  • Pues bien – continuó el castor – estos juncos contienen un líquido en su interior que disuelven la miel. Si me hubieras venido a visitar, te hubiera contado la vez que caí en miel (como tú ahora) y cómo aprendí a salir con ayuda de estos grandes juncos.
La hormiga tomó los juncos y con sus pinzas quebró varios de ellos. Pronto comenzó a salir de su interior un líquido que, al tocar la miel, lograba disolver la misma en pocos segundos.
El castor miró con ternura y paciencia a la hormiga y ella le dio un fuerte abrazo agradeciéndole por todo lo que la había ayudado. Juntos regresaron al parque y se convirtieron en grandes e inseparables amigos.
FIN



Ejercicios de comprensión lectora para los cuentos para niños con valores

Responde con tus compañeros:
  1. ¿Por qué la hormiga se alejó del parque? 
  2. ¿Qué fue lo que le llamó la atención? 
  3. ¿Qué hubieras hecho tú en lugar de la hormiga cuando cayó en la miel? 
  4. ¿Conoces a alguna persona que tiene anécdotas y es muy sabio de tu entorno familiar como lo es el castor del cuento? 










jueves, 5 de octubre de 2017

¡Feliz Día Mundial del Docente!

¡Feliz Día a todos los Docentes! 




Por elegir esta preciosa profesión 
por vocación, 
por enseñar desde el corazón 
y por ser formadores
 de futuro, formadores de sueños
 y sobre todo 
 formadores de personas... 
FELICIDADES!









domingo, 22 de enero de 2017

Dislexia



Dislexia

En los siguientes enlaces podréis encontrar información muy interesante relacionada con la Dislexia, por ejemplo: información general, fichas y actividades para trabajar en el aula, cómo detectarla, información para la familia, etc.



Resultado de imagen de imagenes en dibujo niños con dislexia





Y por último, en el siguiente vídeo veremos unas ideas sobre ¡cómo ayudar desde casa!


Fábula Infantil sobre el valor de la Amistad: "La Cebra y la Jirafa".

La fábula de la cebra y la jirafa cuenta la historia de dos verdaderas amigas.Todos tenemos muchos amigos; amigos de hace muchos años, otros más recientes, algunos que vemos más seguido, otros menos. Pero la amistad de la cebra y la jirafa tendrían una prueba que superar.

 Fábula infantil la cebra y la jirafa



Una mañana la jirafa se levantó de su cama y se sentía muy mal. Estaba mareada, tenía mucho dolor de garganta y casi no podía mantenerse en pie de tanta fiebre.
Decidió que lo mejor era pasar la mañana en cama mientras se recuperaba para salir por la tarde. Pero al llegar la hora donde ella debía salir de su casa, se dio cuenta que su estado no mejoraba. De hecho había empeorado.
Fue así como la jirafa se vio obligada a cancelar su salida y le avisó a su querida amiga, la cebra.
Al conocer la noticia de su enfermedad, la cebra corrió rápidamente hasta la casa de la jirafa para saber cómo se encontraba:

No me siento del todo bien– le dijo la jirafa.

No te preocupes, yo miraré tu garganta a ver cómo está– le respondió su amiga la cebra.

Pero cuando la cebra miró la garganta de su amiga la jirafa con su largo cuello, notó que tenía un aspecto muy malo. Estaba muy colorada y tenía mucha inflamación.

Me parece que necesitarás medicamentos– le dijo la cebra a su amiga –Voy a ir a la farmacia y te traeré todos los medicamentos que necesites. Tú quédate aquí y haz reposo – le dijo la cebra mientras se ponía su abrigo y salía de la casa de la jirafa.

Así salió la cebra en busca de la medicación que ayudaría a su amiga.
Recorrió todas las farmacias de cada pueblo cercano pero como la jirafa tenía un cuello tan largo, no halló toda la medicación necesaria.
Entonces decidió emprender un viaje un poco más largo hacia algunas farmacias que se encontraban en los países vecinos. Seguramente allí encontraría toda la medicación para que su amiga se curara pronto.
La cebra recorrió las farmacias de cada uno de los países que visitó sin importar si llovía, nevaba, o hacía mucho calor. Ella siempre tenía en mente conseguir la medicación para su amiga y ayudarla a sanar.

Finalmente (y luego de mucho recorrer) consiguió toda la medicación suficiente para su amiga la jirafa. Entonces, feliz por el trabajo cumplido,  decidió emprender la vuelta hasta la casa de la jirafa.
Mientras caminaba hasta la casa de la jirafa pensaba en lo bien que le harían todos esos medicamentos y lo pronto que sanaría.
Pero al llegar la cebra, se dio cuenta que la jirafa ya se encontraba en perfecto estado de salud y su garganta se había recuperado por el reposo que había hecho.

Mira lo bien que me siento ahora– le dijo mientras cantaba una canción para ella.

La cebra se quedó con la boca abierta por tal mejoría y luego de unos minutos pudo comprender que lo que sentía era emoción y felicidad.
La cebra no se enojó por aquel hecho. Por el contrario, ellas salieron esa misma tarde a jugar juntas y celebrar la salud de la jirafa.

Así fue como se dieron cuenta que una gran amistad puede requerir un gran sacrificio pero vale la pena hacer el esfuerzo por un verdadero amigo.